Cuando me ofrecen un trato, hay dos cosas que yo hago.
Primero, evalúo el trato tal como la persona con la que estoy negociando me lo presenta. ¿Cuál es la relación entre la inversión solicitada y la ganancia potencial? ¿Y cuál es la relación entre el riesgo que presenta el negocio y la ganancia potencial?
Una vez que hice esto, descarto la propuesta que me presentaron y me pregunto: ¿Existe la posibilidad de un acuerdo mejor? ¿Puede haber un negocio que sea mejor para ambas partes?
Esta es una historia que ilustra la idea de manera memorable:
Pedro sabía que estaba por heredar una fortuna a la muerte de su padre enfermo. Entonces decidió que necesitaba una mujer para disfrutar la herencia. Por lo tanto empezó a frecuentar bares, y en uno de esos bares encontró la mujer más hermosa que había visto en su vida. Su belleza natural lo dejó sin aliento.
"Puedo parecer un hombre común y corriente", le dijo Pedro cuando se acercó a ella, "pero en dos o tres semanas mi padre va a morir y me va a dejar una herencia de $10 millones."
Impresionada, la mujer salió con Pedro esa misma noche. Pero la hermosa dama fue mucho más inteligente que Pedro. Tres días después se convirtió en su madrastra.
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