Hay una frase que dice "Usted puede llevar a un caballo al borde del agua, pero no puede hacer que beba." La misma idea se puede aplicar a los vendedores. Usted puede hacer que vayan a un curso de capacitación, pero no puede obligarlos a aprender. Sin embargo, el formador puede controlar las condiciones "ambientales" que facilitan que el vendedor quiera aprender.
Cómo empezar
Una presentación del formador que sea auténtica, bien preparada y orientada a resultados consigue la inmediata atención de los participantes. No siempre es fácil lograrlo, porque en la mente de muchos vendedores el tiempo que no se dedica a buscar clientes potenciales, conseguir entrevistas y cerrar ventas es tiempo perdido. La presentación del formador tiene que establecer credibilidad en él mismo, en la empresa y en el material.
Su presentación también tiene que transmitir pasión y entusiasmo genuinos, porque este es el punto de partida para crear un ambiente de diálogo franco, de confianza en el proceso de aprendizaje y de credibilidad en la autoridad del formador y del material que enseña. Cuando el formador establece que el tiempo de los vendedores está bien "gastado" en la sesión de aprendizaje, el vendedor se siente motivado y hasta seguro como para probar en la práctica los nuevos conceptos aprendidos.
Establecer directivas para la participación
A continuación, el formador debe poner las reglas acerca de los comportamientos esperados. Un formador de vendedores debe valorar especialmente la participación y el involucramiento, de manera que cada integrante del grupo pueda aprender de cómo hacen las cosas los demás, siguiendo los conceptos de la teoría del aprendizaje colaborativo. A los vendedores les interesa mucho observar a los demás vendedores. Quieren ver cómo los demás cuentan sus experiencias y muestran sus personalidades. Esto crea un círculo de confianza que facilita la perseverancia, que a su vez ayuda a alcanzar mejores resultados.
Idealmente los cursos deberían seguir una "Regla 80/20", es decir, 80 por ciento del curso debe basarse en actividades y solo 20% debe ser una "clase". Un aprendizaje de "manos a la obra" puede basarse en juegos de roles, dinámicas de grupo y competiciones de equipos, incluyendo pequeños premios para los ganadores. El aprendizaje basado en la experiencia da como resultado una mayor retención del conocimiento y un cambio de conducta luego de la formación.
Comunicar los objetivos de aprendizaje
Los objetivos de aprendizaje deben ser comunicados claramente, enfatizando que lo que van a aprender funciona en la práctica. Existe una idea de que la capacitación en ventas se da en una burbuja, y que hay una desconexión entre lo que se enseña y lo que ocurre en la vida real. Explicar claramente la forma en la cual los procesos y estrategias funcionan exitosamente en el terreno puede ayudar a los vendedores a comprender que se pueden replicar. Esto brinda confianza, lo que es un intangible que se correlaciona directamente al rendimiento en ventas.
Brindar a los participantes la oportunidad de expresar lo que quieren obtener de la sesión también es importante, ya que a los vendedores les gusta hablar, y tienen un fuerte deseo de ser escuchados. Esta es otra manera de promover el involucramiento y la participación.
Comunicar valor a los vendedores
Cada vendedor tiene una razón por la cual está en la profesión, porque su rol no es para "los débiles": requiere paciencia, determinación y agilidad mental. Es importante conectar el material de la capacitación con los objetivos personales del vendedor: eso va a ayudar al vendedor a lograr sus objetivos en el futuro.
No se olvide de la medición
Los objetivos de aprendizaje deben ser medidos. Los vendedores son naturalmente competitivos, por lo cual es imperativo explicar desde el comienzo cómo será evaluada su participación, y cómo será evaluado el curso. La medición podría incluir una encuesta al final del curso, una "prueba" de retención de conocimientos después del curso, una encuesta 60 días después del curso buscando medir el impacto en el comportamiento, y un cuarto nivel de medición de los resultados de la actividad y los resultados en ventas realizadas.
Más allá de la evaluación, para crear un entorno positivo, los vendedores necesitan dar y recibir "feedback" sobre lo que es medido. El "feedback" es un don. Al contar con tiempo después del programa de formación para la introspección personal, un vendedor se apropia de su "camino de aprendizaje" y se comprometerá a refinar sus artes, lo cual lo pondrá en la disposición mental adecuada para la próxima etapa de su viaje de aprendizaje.